"Crees que soy tonto, o qué? En este tiempo de crisis no hay nadie que regale nada!"

En algunas de las ocasiones cuando la tienda donde hemos comprado comida ha llamado, el padre de la familia ha creído que esto es una estafa. Aquí tienes la conversación más o menos entre uno de estos padres y la persona de la tienda...

 

"Hablo con Pablo? Te llamamos de "Tu Choza Online" y tenemos un paquete para tus hijos. Estás con ellos ahora?"

"No, estoy trabajando. Ellos están en casa."

"Me puedes dar la dirección, así podemos llevarles el regalo?"

"No, mejor me lo traes aquí en mi trabajo."

"Pero el regalo es para tus hijos, así que me gustaría llevárselo a ellos personalmente."

"No, no te puedo dar la dirección."

 

La mujer de la tienda no pudo convencer a "Pablo" y llamó a mi amiga para contárselo y saber qué iba a hacer. Mi amiga dijo que simplemente tenía que intentar de nuevo, porque el regalo era para los niños, así que era importante que lo recibieran ellos. Yo me metí en la conversación...

"Todo lo que me cuentas de que en Venezuela se tiene miedo de todo, no puedes confiar en nadie, y todo es peligroso, - ¿no crees que este padre piensa que es alguna estafa? Debes decirle a la mujer de la tienda que le diga a "Pablo" que el regalo viene de ti, así que él entiende que esto es verdad."

 

La mujer hizo esto. Le contó que el regalo era de mi amiga, quien "Pablo" ya conocía de antes, para que "Pablo" entendiera que no era una estafa, sino un regalo de verdad. "Pablo" siguió escéptico, pero al final le dio una dirección.

 

Cuando la mujer de la tienda llegó a la dirección, no había nadie allí, pero de repente vino "Pablo" en una moto... solo. Esto era un papá que de verdad cuidaba y protegía a sus hijos preciosos. Todavía no estaba convencido de que realmente podría ser un regalo para sus hijos, así que se guardaba en todas las maneras. Era posible que alguien le iba a robar en su casa o a sus hijos. "Pablo" tenía toda la razón en el mundo de ser escéptico, porque "¿quién en este mundo recibiría un regalo en plena crisis humanitaria en la cual estamos?"

 

Resultaba que la dirección que "Pablo" le había dado, no era la dirección de su familia, pero cuando vio a la mujer de la tienda que llevaba consigo un gran paquete de comida dirigida a sus hijos, bajó su guardia y sonrió grandemente. Luego le mostró el camino a su casa donde sus hijos pudieron recibir el regalo de este donador totalmente desconocido desde el país más o menos desconocido, Noruega. 

 

 

 

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