Gatos en la Maternidad

Mi amiga experimentó cosas absurdas mientras estuvo hospitalizada en el ARO de la Maternidad Castillo Plaza en Maracaibo, Venezuela. 

 

Con temperaturas hasta los 40 grados durante el día era obvio que estaban dependientes de tener las ventanas abiertas para que el aire circulara un poco. Aire condicionado solo había en urgencias, y "menos mal" que le tocaba a mi amiga ir varias veces allí. Una amiga suya le había prestado un ventilador de mesa, así que ella estuvo bastante bien en la habitación comparado con las demás mujeres. Pero en todo caso era la gloria tener que ir a urgencias cuando su tensión subía.

 

El ARO (Alto Riesgo Obstetricio) estaba situado en la primera planta del hospital, y aunque la hora de visita era entre las cuatro y las cinco de la tarde, habían algunas criaturas que no respetaban esta regla, y pensaron que podían entrar cuando les daba la gana. 

 

Varias veces durante el día entraron gatos a la habitación a través de la ventana y se acomodaron en las camas y en otros lugares en la habitación. Día y noche intentaron las pacientes echarlos, pero volvieron de una vez, así que a final les daba igual, y los dejaron. Entonces también mi amiga dejaba que se acomodaron en sus sábanas. No había otra opción de reconocer que los gatos pertenecieron al ARO de la misma manera que las pacientes. 

 

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